Sin lugar a dudas Escocia es uno de esos países que cualquier amante del misterio debe visitar, como mínimo, una vez en la vida. Estamos ante un territorio exuberante, espectacular en términos paisajísticos, de gente amable, plagado de historia en cada paso que das, y uno de los países del mundo con mayor actividad paranormal…
Si, así es Escocia. De hecho, la Universidad de su capital, Edimburgo, es una de las pocas que tienen una catedra de Parapsicología (la primera catedra de este tipo se creó en la Universidad de Utrech, en 1953), para el estudio científico de todo tipo de fenómenos paranormales…
Y es que, sin salir de Edimburgo, se pueden encontrar un buen número de historias en las que el visitante, un turista cualquiera, algo intrépido quizá, puede adentrarse. Me refiero, por ejemplo, a una visita nocturna al cementerio de Greyfriars donde, aquellos que se atrevan descubrirán la historia de George Mackenzie un abogado que a finales del XVII metió en prisión a unos 1200 Covenanters en una zona muy cercana al Cementerio Greyfriars. Los Covenanters eran los miembros de un movimiento religioso presbiteriano que durante el s.XVII dio bastante guerra en Escocia y unos cuantos quebraderos de cabeza a los católicos.
La inmensa mayoría de estos prisioneros murieron torturados o debido a las malas condiciones en que se encontraban en la cárcel, lo que propició que a Mackenzie se le conociera con el apodo de Bloody Mackenzie (Mackenzie el Sanguinario). Esta historia no sería tan interesante si no fuera porque Mackenzie fue enterrado en un elegante mausoleo en Greyfriars, a pocos metros de donde murieron todos aquellos a quienes condenó y torturó. Su fantasma parece haber provocado tanto “altercados” que la zona de su mausoleo está cerrada al público, y solo puede visitarse de manera privada.
Edimburgo también ofrece la oportunidad de visitar otro pedazo de su historia negra, el Mary King Close`s. En el siglo XVII la ciudad fue arrasada por la peste bubónica. El callejón de Mary King se convirtió en uno de los principales focos, debido fundamentalmente al hacinamiento de sus habitantes y la facilidad con la que esta plaga se contagiaba. Una vez la peste bubónica apareció en esta calle corrió como un reguero de pólvora. Las autoridades locales, presas del miedo a un contagio imparable, decidieron levantar muros que apartaran esta humilde calle del resto de los habitantes de la ciudad, y con ella a todos los enfermos de tan terrible y contagiosa enfermedad. Finalmente se aprovechó la construcción de un nuevo ayuntamiento para tapar un área que provocaba la vergüenza. Fueron pasando los años, Edimburgo siguió creciendo, y esta zona quedó casi olvidada…
Se dice que en Mary King’s Close se pasea el espíritu de Annie, una niña que fue abandonada entre estas calles olvidadas. La historia la dio a conocer la famosa médium japonesa Aiko Gibo quien aseguró que un día que estaba visitando el Mary King’s Close se encontró con el fantasma de una niña pequeña que le contó que sus padres la habían abandonado en este lugar en 1644 cuando descubrieron que tenía la peste.
El Lago Ness
¿Mito, fantasía o realidad? Prácticamente da igual. Viajar hasta las tierras altas de Escocia (Highlands), atravesando parajes propios de épicas batallas del pasado, para llegar hasta el que, probablemente, sea el lago más conocido del mundo, es algo incomparable. El lago Ness y su entorno no decepcionan, es un lugar mágico, especial. Hace miles de años se creó una “grieta en la tierra” que se convirtió en glaciar, con el deshielo se formó este inmenso y enigmático lago. De sus aguas parecen brotar dos cosas: la historia de su mítico “monstruo” y un magnetismo y sensación mística indescriptible…
La primera referencia de “Nessie”, como se conoce cariñosamente a la supuesta criatura que habitaría sus aguas, se remonta hasta el siglo VII en un texto llamado “La vida de San Columba”, un misionero irlandés que llevó el cristianismo a Escocia y que tuvo la oportunidad de cruzarse con el “monstruo”. Así, quedó recogido en el texto del año 565:
Al notar que Lugne [el nadador] agitaba las aguas de la superficie mientras nadaba, emergió de repente, y con la boca abierta y un gran rugido se precipitó hacia el hombre que nadaba en medio del Ness. Mientras todos los presentes, bárbaros y hermanos por igual, se quedaban paralizados de horror, san Columba alzó la mano e hizo la señal de la cruz en el aire, y después, invocó el nombre de Dios y ordenó a la bestia: “No seguirás adelante. No toques a ese hombre. Da media vuelta al punto”. Al oír la orden, la bestia, como si tiraran de ella con unas cuerdas, se zambulló a toda prisa en las aguas del lago Ness. Los bárbaros paganos, sobrecogidos por la magnitud del milagro, adoraron al Dios de los cristianos.
El Castillo de Melville
Escocia es uno de los pocos destinos donde si quieres pasar una noche en un castillo con historia y/o con fantasma el problema lo tendrás para elegir, ya que son varias opciones las que tienes y todas muy interesantes. Por ejemplo, uno de los menos conocidos, no por ello menos interesante, pero si más accesible, el Castillo de Melville.
Situado a pocos kilómetros de Edimburgo se encuentra Melville Castle, castillo convertido en hotel en el que durante nuestro viaje a la Escocia Misteriosa pasaremos una noche, se trata de un enclave que pasa casi desapercibido dentro de la biografía de María Estuardo, reina de Escocia, y cuyo espíritu podría seguir recorriendo sus pasillos…
Durante la renovación, se observó que una aparición, envuelta en curiosos ropajes y con rasgos inequívocamente femeninos, en forma y comportamiento, se movía desde la chimenea de la Biblioteca hacía, y a través, de la pared opuesta. A medida que avanzaba el trabajo, y una vez que se retiró el yeso viejo de la pared, se reveló una puerta oculta. La pared fue abierta, y ahora sirve como entrada a la sala Arniston desde la Biblioteca. Esta “presencia” también se ha visto flotando al pie de la cama en un dormitorio del primer piso, y más recientemente como una figura, o sombra, tras algunas ventanas. Algunos investigadores locales sugieren que podría ser el espíritu angustiado de Maria Estuardo en busca de su compañero David Rizzio, un italiano con el que, por lo visto, paso muy buenos momentos de felicidad en Melville Castle…
Durante otras renovaciones más recientes, aparecieron parte de los cimientos originales del castillo, que se remontan al año 1155, y se encontraron una serie de escalones de piedra, que conducían hacia abajo… ¿a qué? Los escalones permanecen hasta el día de hoy, un misterio bajo las losas de la sala principal…